Gildardo Cilia López
Lo interesante de este difícil momento que se está viviendo, es que de nueva cuenta se intensifica el debate de ideas. La no coincidencia sale a flote, pero es importante hacer un esfuerzo de síntesis para fijar claramente una posición. Mi punto de vista es el siguiente:
1.- Los recursos fiscales son escasos y se tienen que destinar selectivamente.
2.- Además de existir un compromiso constitucional, existe una responsabilidad ética, por lo que el Estado no puede hacer a un lado a una masa social empobrecida durante más de tres décadas.
3.- Fiscalmente se tiene que seguir explorando como hacerse de recursos y como generar ahorros para ampliar las posibilidades económicas hacia los sectores más desprotegidos.
4.- El Gobierno Federal, hasta ahora, no ha querido romper con la estabilidad macroeconómica, hacerlo podría llevar al escenario menos deseable: recesión con inflación.
5.- México ya ha vivido este tipo de proceso amargos y la decisión de manejar en forma sensata las finanzas públicas devino de la experiencia de inflaciones altas y poco manejables en los años ochentas.
6.- La disciplina fiscal emprendida en los años noventa, en efecto, produjo la posibilidad de vivir sin inflación; y desde luego se hizo evidente que es mejor vivir sin inflación porque esta distorsiona el consumo, el ahorro y la inversión.
7.- La contratación de deuda ha llevado a destinar cuantiosos recursos y a someternos a las restricciones de los organismos financieros internacionales, llevándonos a una astringencia económica severa.
8.- Los rescates a bancos y empresas son cuantiosos y hacen asumir a la sociedad enormes deudas; es decir, existe un incuantificable costo social. Véase el expediente Fobaproa.
9.- Perder la estabilidad macroeconómica o contratar más deudas, comprometerían el desarrollo del país en el mediano y largo plazo; sin que se garantice en el corto plazo una solución efectiva, por el riesgo de estancamiento con inflación.
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Desde luego que la ética es socialmente necesaria. Al referirme al Estado quise aludir a lo que esperamos de él y ahí claramente existe la responsabilidad de cumplir con un pacto social, que se traduce en una aspiración ética. El Estado mexicano moderno nació con la Constitución de 1917 y su esencia es el constitucionalismo social; después de más de 100 años, muy lejos se ha estado de alcanzar preceptos relacionados con la equidad y la vida digna. Mi punto de vista es que aún cuando los circuitos de valor y monetarios deberían recuperarse lo más pronto posible, existe primero la necesidad apremiante de atender a una masa social empobrecida de más de 50 millones de mexicanos, cuya indignación podría…
Claro que lo lograste, mi estimadísimo Cilia!
En cuanto a lo que se refiere a tu colaboración, nos dejas un paquete de análisis tanto enorme como desmesurado. Yo diría por ahora sólo dos cosas:
1) Sin quitarle nada a tu ambicioso y sin embargo sintético análisis, creo que en estos días lo que más apremia es cómo se están atorando y alentando (ralentizando, dirían los anglófilos) los circuitos económicos. La producción no fluye, tampoco la oferta, el consumo ni la inversión. Y en sentido contrario, el circuito monetario tampoco. Así somos testigos de cómo se paran las ruedas de la economía.
2) Me quedé atorado en tu punto 2, en la palabra "ética". Que no sólo debe aludir al Estado,…
Alberto, creo que lo logré. Continuemos con tu proyecto, amigo.