Gildardo Cilia López
Poema a Chiautla de Tapía
(Autor anónimo)
De un bravo cura insurgente
honras el recuerdo, Chiautla;
y dando a su nombre gloria,
te nombras Chiautla de Tapia.
¡Oh región ardiente y rica
que embelesas las miradas!
hermoso dosel te forman
las majestuosas montañas.
Y el Atoyac imponente
que en su cristal te retrata,
con su rumor te saluda
y te riega con sus aguas.
Del árbol de Lináloe
ofreces la esencia grata,
que se estiman en los mercados
de las naciones extrañas.
Ostentas hermosas huertas
donde frutas mil regalas,
y olorosos cafetales,
y extensos campos de caña.
Más para mi fiel recuerdo
mayores encantos guardas,
en ti, se meció mi cuna
y pasé mi dulce infancia.
En ti de mi hogar paterno
vi la bienhechora llama,
que ni el soplo de los años
ni el ingrato olvido apagan.
Vuela, pensamiento, vuela
de mis recuerdos en alas,
a mi Chiautla llega, envuelto
en sus brisas perfumadas,
y llévale, como prenda
de ternura sacrosanta,
con mi cariño de hijo,
¡este saludo del alama!
La carta inédita del cura Tapia
Con fecha 26 de octubre de 1811, el cura Mariano Antonio Tapia, le remite una misiva al Párroco de Tlapa, que por ser un testimonio histórico invaluable conviene reproducirla íntegramente:
“Señor cura don Mariano Garnelo.
Tlapa, octubre 26 de 811.
Amadísimo amigo y señor:
Con prontitud sólo digo a usted que no tenga miedo ninguno; estese en su cuarto sin sobresalto; y si acaso pudiere venir mañana, bien, y si no, lo que importa es que vea usted cómo anima (convence) a sus parientes y amigos dejen de seguir a los gachupines, porque de lo contrario perecerán. Sepa usted que sólo se trata de quitarle el gobierno a los tiranos y déspotas europeos; no se atropella en nada nuestra santa religión ni a los derechos de nuestro suspirado Fernando; ni menos se le tira a la patria; pues antes, tratamos de defenderla de los extranjeros. En fin, todo lo que se dice por el gobierno de México contra los que llama insurgentes es falso, falsísimo. Si viniere usted mañana, se impondrá (enterará) a fondo de todo.
Soy de usted como siempre su querido que su mano besa.
Mariano de Tapia”1.
Esta carta es interceptada y remitida al Virrey Venegas por Don Juan Recacho, oficial del bando realista, con la siguiente advertencia:
“Excelentísimo señor:
Anoche despaché a vuestra excelencia un extraordinario con el resultado de mis investigaciones y ahora que se proporciona correo para Puebla le acompaño la adjunta copia que acabo de recibir, que confirmará lo que tengo dicho a vuestra excelencia en punto al estado de los pueblos y lo mucho que con la tardanza en contenerlos se arriesga. Dios guarde a vuestra excelencia muchos años.
Campo de Sochilguagüitlán, 29 de octubre de 1811, a las nueve de la mañana.
Juan Josef Recacho”[2]
De la carta del cura vicario Tapia a su párroco Mariano Garnelo, sobresalen varios puntos que hay que resaltar, indispensables para comprender la trascendencia histórica del Padre Tapia:
Primero. La carta es con fecha 26 de octubre de 1811 y es dirigida desde Tlapa, como se sabe esta población es tomada por Morelos el 22 de noviembre El cura Tapia pudo haber hecho contacto con Morelos antes de su llegada a Tlapa, en Silacoyoapan o en alguna estancia o comunidad intermedia entre ambos pueblos. Es decir, existía en él una adhesión natural al movimiento insurgente: ¡el cura Tapia era un convencido natural de la causa y ansiaba participar en ella!
Segundo. La forma y el tono de la carta dirigida a Garnelo, son indicio de un hombre vital y firme en sus convicciones y decisiones (en 1811, al encontrarse con Morelos tenía 35 años de edad) que efectúa actividades proselitistas y que anima a la población a sumarse a la causa insurgente; que es capaz de advertirle a su superior jerárquico sobre la necesidad de que sus familiares y amigos calmen sus ímpetus a favor del régimen monárquico o atenerse a las consecuencias, porque que les podría costar la vida. Sobre la efervescente actividad del cura Tapia, el historiador oficialista español, Mariano Torrente, escribe lo siguiente: “También en Tlapa (los insurgentes) se habían fortificado contando con el apoyo de la provincia que había sido seducida por el cura Tapia”3.
El cura Mariano Garnelo, por convencimiento o por el estado que guardaban las cosas, se adhirió de alguna forma a la causa insurgente, sin tener una participación destacada en la guerra o encabezar tropa alguna. En 1813 fue designado como el elector de Tlapa en la provincia constituida por Morelos: Tecpan; por lo que participó en la elección de José Manuel de Herrera, como diputado representante en el Congreso de Anáhuac. Para abundar un poco más en su biografía, habría que señalar que fue integrante de la Primera Legislatura del Honorable Congreso del Estado de Puebla, instalada en 1825.
El cura Tapia fue un luchador infatigable: organizó y armó un grupo de naturales de Chiautla y Tlapa que se unieron a la causa insurgente; participó en la segunda y tercera campaña de Morelos, en las batallas de Chiautla, en el sitio de Cuautla, en Huajuapan, en Azoyú y en San José Chiapa (Ojo del Agua), en donde perdió la vida. Combatió no siempre con el éxito deseado, él no tenía el genio militar de Morelos, pero era un hombre entregado a una causa. Son sus convicciones lo que explica su carácter valiente y arrojado: sus acciones temerarias.
Tercero. Es evidente que las ideas políticas del cura Tapia son claras y precisas, conviene en este sentido reproducir de nueva cuenta la parte sustantiva de su carta: “Se trata de quitarle el gobierno a los tiranos y déspotas europeos”.Está imbuido, por lo tanto, por las ideas del nacionalismo criollo: concibe como ilegitima la sumisión a España y como natural la independencia; rompe así con su propia genética, se siente más un hijo de la tierra que un heredero de lo que le queda de su sangre española. Como tal, como americano, se siente con el derecho de promover la emancipación y forjar un mejor destino para la patria. En su nacionalismo, lo podemos imaginar repitiendo con orgullo: “Yo no soy español, soy americano”
La cercanía del padre Tapia - hasta su muerte - con Morelos también lleva a la hipótesis de una sólida coincidencia intelectual. Tal como se concibe en un escrito de la época, en el que junto a Hidalgo y a Morelos, lo condenan por su actitud desleal hacia la religión y hacia la corona española: “Esta insurrección es obra de Napoleón, que tira a exterminar de América la religión católica y la fidelidad al trono español, (quien) ha creído conseguirlo haciendo a los americanos el desastroso mal de la guerra civil para privar de sus socorros a la España…Y como los malos sacerdotes Hidalgo, Mercado, Tapia, Morelos y otros pocos caudillos de los insurgentes de este América…conspiran contra la religión… y contra el trono que les allanó las sendas para obtenerlo…Cuando vemos esos sacerdotes desdichados sanguinarios ministros de la guerra…no es posible olvidar el texto sagrado de Isaías…Oíd a Dios: "…Yo le enviaré profetas falsos, le enviaré pastores que con sus ejemplos le seducirán y escandalizarán. "¿Lo oísteis miserables seducidos por esos sacerdotes impostores?4
Más allá de la actitud condenatoria de los monarquistas, la misiva del cura Tapia, no deja lugar dudas que sus ideas de emancipación están vinculadas a la prerrogativa de un cambio profundo en la estructura social: de los privilegios y de la propiedad. Se trata de un revolucionario, que al igual que Morelos, lucha entre otras causas por:
·Alcanzar la igualdad entre los hombres y abolir la esclavitud y el régimen de castas. Tal como lo señala Morelos: no se nombrará a los moradores de esta América como indios, mulatos ni otras castas, sino como americanos.
Contener los abusos y moderar la riqueza. “No recordéis (dijo Morelos en su revolucionaria proclama en autla) por ahora las crecidas cantidades de plata y oro que, desde la conquista de Cortés hasta hará año y medio, se han llevado los gachupines a su reino para habilitar a los extranjeros a costa de la ruina e infelicidad de los habitantes de este suelo; y sólo echad una mirada sobre los tributos y pensiones de que estaba cargado cado uno de vosotros respectivamente, sirviéndo[se] aquellos tiranos de vuestro trabajo, de vuestras personas y de vuestras escaseces, para aumentar sus caudales con perjuicio vuestro, con desprecio de la humanidad y con total aniquilamiento de las crecidas familias inocentes”5.
Promulgar leyes suaves y justas, en beneficio de todos los americanos. “Nuestra causa (en palabras de Morelos) no se dirige a otra cosa, sino a representar la América por nosotros mismos en una Junta de personas escogidas de todas las provincias, que en la ausencia y cautividad del Sr. D. Fernando VII de Borbón, depositen la soberanía, que dicten leyes suaves y acomodadas para nuestro gobierno, y que fomentando y protegiendo la religión cristiana en que vivimos, nos conserven los derechos de hombres libres, avivando las artes que socorren a la sociedad, poniéndonos a cubierto de las convulsiones interiores de los malos y libertándonos de la devastación y acechanzas de los que nos persiguen”6.
Mayor justicia en el uso de las tierras a los pueblos para su cultivo,” sin que puedan arrendarse porque su goce debe ser de los naturales en los respectivos pueblos” y el de limitar la propiedad agrícola, como una forma de posibilitar un distribución más equitativa de la riqueza: “Deben inutilizarse todas las haciendas grandes, cuyos terrenos laboriosos pasen de dos leguas cuando mucho, porque el beneficio mayor de la agricultura consiste en que muchos se dediquen a beneficiar con separación un corto terreno” (Documento abandonado por los insurgentes después del sitio de Cuautla)
La muerte del cura Tapia.
El cura Mariano Antonio Tapia, muere el 18 de octubre de 1812, a los 36 años de edad. Morelos lo informa de esta manera:
“Excelentísimo señor (Ignacio López Rayón).
En el correo anterior de 3 del corriente dije a vuestra excelencia los ataques y ventajas de este ejército y ahora repito, que en el rancho de la Virgen hubo su ataque, y ya su resultado lo sabe vuestra excelencia.
En San José Chiapa les hice frente mientras pasaba mi convoy de barras de plata hubo de ellos muchos muertos les avancé algunas mulas un europeo, etcétera, de nosotros hubo poca pérdida y en ella se incluyó nuestro coronel don Mariano de Tapia de bala de cañón…
Dios guarde a vuestra excelencia muchos años.
Cuartel general en Tehuacán, noviembre 7 de 1812”7.
Cuando se refiere al cura Tapia, Morelos utiliza la palabra “nuestro”; lo que hace alusión a alguien a quien se estima o quien le es entrañable por formar parte de un mismo partido; a alguien con el que se comparten hazañas o aventuras o con el que se comparten ideas y convicciones. ¿Cómo murió el cura Tapia? Reproduzco esta cita, con la aclaración que en general todos los biógrafos de la independencia y de Morelos coinciden en la narración de este episodio histórico, salvo en algunos aspectos u omisiones:
“De las cien barras de plata que tomó el coronel D. Miguel Serrano en el real de Pachuca se destinaron algunas para el ejército del general Morelos, quien mandó por ellas para acuñarlas en Oaxaca, cuya expedición proyectaba; pero temiendo que se las interceptasen en el camino los enemigos, o las partidas de bandoleros, que ya abundaban, se propuso salir a recibirlas y a hacer un paseo militar; esto fue a la sazón que salía de Puebla para Veracruz un convoy en el que se trasladaba a España el brigadier Porlier.
Efectivamente, al llegar el 18 de octubre a la hacienda de Ozumba supo que el enemigo estaba inmediato, es decir, en Nopalucan. Morelos mandó que Galeana ocupase el punto de Ojo de Agua, mas al llegar a efectuarlo se le dio orden de retroceder, porque se dijo que el coronel español Águila había hecho alto enfrente de Ozumba. Entonces este jefe se aprovechó de esta posición ventajosa. Morelos previno a D. Hermenegildo Galeana que tomase a Águila la retaguardia con una partida de caballería, y se dio la vanguardia a D. Pablo y D. José Antonio Galeana, el flanco derecho al coronel Tapia y el izquierdo al coronel Sánchez; Morelos quedó en la reserva con su escolta.
Avistados ambos ejércitos, luego que comenzó el fuego de cañón y de fusilería que rompió la compañía de jóvenes emulantes, murió en la primera descarga el padre Tapia, y por esta causa la caballería de la derecha se puso en fuga. Observada ésta por el enemigo, cargó sobre ella reciamente, pero fue rechazada dos veces; lo mismo hizo el flanco izquierdo…
Morelos durmió en la noche de este día en Ozumba, y al siguiente fueron degradados de su orden dos oficiales de su ejército. Al entrar en San Salvador el Seco recibió dos cañones de refuerzo de Tehuacán y parque. El cadáver del padre Tapia fue sepultado militarmente en Ozumba. En este eclesiástico tuvo Morelos un soldado, un jefe digno de memoria por su amor a la libertad, en cuyo obsequio murió”8
El historiador oficialista español, Mariano Torrente, mostrando su actitud condenatoria a la insurgencia, narra así (textualmente) la muerte del cura Tapia:
“Pero las tropas realista desplegaron en esta ocasión tanto valor, serenidad e inteligencia, que dispersaron aquella horda de forajidos, tomándoles tres cañones, dos carros de municiones i una gran porción de armas; i matándoles muchas gente, entre cuya turba se halló el rebelde cura Tapia"9
Los más eminentes historiadores de la independencia, sin importar su tendencia liberal, conservadora o monarquista, hacen referencia a la muerte del cura Tapia; reconociéndolo como un destacado jefe insurgente. Sin embargo, la narrativa del coronel Antonio Carrión al referirse a las exequias del coronel cura Mariano Antonio de Tapia, toca lo que me parece a mí más sensible: el dolor de la pérdida de un ser valioso:
“En Ozumba donde durmió (Morelos) la noche del combate mandó dar sepultura al cadáver del Padre Tapia con honores militares, manifestando que había sentido muchísimo su muerte”10
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Al revisar las diferentes fuentes bibliográficas, me llamo la atención que el regimiento o cuerpo organizado por el cura Tapia, estaba compuesto básicamente por pobladores naturales de Tlapa y Chiautla, cuya arma principal era la honda; contando con una extraordinaria habilidad para lanzar con ese instrumento las piedras. Tal vez (y sólo tal vez) esto sea la reminiscencia que explica que en la cabalgata que se celebra el 15 de septiembre en Chiautla, se avienten piedras en las diferentes calles en el que se hace el recorrido.
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1 Morelos: documentos inéditos de vida revolucionaria. Carlos Herrejón Peredo. El Colegio de Michoacán, pp. 158 y 159.
2 Ibídem., p.158.
3 Mariano Torrente. “Historia de la revolución hispano-americana” (Documento en Internet) p. 247
4 Agustín Pomposo Fernández de San Salvador. Desengaños que a los insurgentes de Nueva España seducidos por los francmasones agente, en 500 años de la historia de México en documentos.
5Revolucionaria proclama expedida por José María Morelos en la que justifica ante el pueblo mexicano la necesidad de alcanzar la independencia política. Cuautla, 8 de febrero de 1812, en 500 años de la Historia de México en documentos.
6 Ibidem.
7 Ataques en Rancho de la Virgen y Orizaba; incautación de tabaco. Morelos a Ignacio Rayón. Tehuacán, noviembre 7 de 1812, en 500 años de la Historia de México en documentos.
8 Carlos María Bustamante. “Cuadro histórico de la revolución de la América Mexicana. Segunda Época, Carta Quince. P. 12”
9 Mariano Torrente. Op. Cit. p 335.
10 Antonio Carrión. “Historia de la Ciudad de Puebla de los Ángeles (Puebla de Zaragoza)”. Colección Digital. UANL, Tomo II p 162.