En el blog Economex, Alejandro Gómez Tamez publicó esta nota. No es el primero en sostener esta perspectiva. Seguramente tampoco el último.
Al parecer, ahora se ha puesto de moda afirmar que esta ola inflacionaria que estamos viviendo en el mundo no es un fenómeno "monetario". Sospecho que es más bien ganas de algunos colegas economistas y también de otros que no lo son, de hacerse los "interesantes" . Parece como si estuvieran descubriendo el santo grial. También parece que nos quieren hacer sentir que la cosa se pondrá "fea". El título de este artículo es un muy buen ejemplo, con el verbo "salvar" para garantizar así que llama la atención.
Yo me quedo con el amigo y nuncamente bien ponderado Milton Friedman. El afirmaba que la inflación es siempre, en todo momento y lugar, un fenómeno monetario. Lo afirmó así de categórico y seguramente por eso ahora hay quienes se "mueren" por enmendarle la plana. Su razón es matemática. Partamos de la ecuación "cuantitativa" del dinero:
PQ = MV
En una economía, la magnitud de todo lo que se vende y se compra es el producto de multiplicar el nivel de precios por lo producido. O sea, las ventas. La ecuación consiste en igualar ese valor de lo vendido con el circulante "M" (todas las monedas, billetes y cuentas de cheques) multiplicado por las veces que esas unidades se usan "V"; algo determinado por los hábitos de las personas. El circulante "M" lo puede manipular la autoridad monetaria, al meter o sacar dinero de la economía. Si mete dinero, crece el lado derecho de la ecuación y para mantener la igualdad es necesario matemáticamente que el lado izquierdo también crezca. Eso exige que se eleve o la producción "Q" o el nivel de precios "P". Lo que normalmente puede responder inmediatamente a un aumento del circulante "M" son los precios. La "Q" normalmente requiere de más tiempo para reaccionar. Además de que está limitada por la capacidad instalada. Por eso aumentar el circulante crea inflación y Friedman afirmaba que la inflación (crecimiento de "P") es un fenómeno monetario.
La pandemia causó que la "Q" se contrajera en el mundo. Algo que ha sido publicitado y comentado prácticamente para todas las economías del planeta. De manera que ahora sobra "M" del otro lado (la "V", velocidad de circulación del dinero está fuera del control de cualquier institución). Si no se saca dinero de circulación, con el lado izquierdo reducido, la única forma de restablecer la igualdad es un incremento de "P": inflación. Como eso no lo queremos, las economías del mundo tendrán que arreglárselas para sacar circulante de la economía: reducir "M". Hoy la forma clásica de hacerlo, es mediante la elevación de la tasa de los bancos centrales. Es lo que veremos en los próximos años.
Conclusión: la política monetaria en el mundo se pondrá en movimiento, subirán las tasas de interés hasta controlar la inflación. La política monetarias nos "salvará". Otra vez. Y la inflación seguirá siendo un fenómeno monetario.
El costo de controlar la inflación será frenar la recuperación. Probablemente esto será lo "feo" de lo que viene. Mala noticia sobre todo para las sociedades más rezagadas. Porque tendremos más dificultades para generar la dinámica económica que necesitamos para cumplir con el propósito de reducir la población en pobreza.