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El Gobierno de AMLO, paradojas y paradigmas

Público·8 Debatientes

López Obrador, México y el Ángel Caído

Gildardo Cilia López


México podría ser un ángel caído, dice el banco de inversión JP Morgan. Se les denomina ángel caído a las instituciones o gobiernos que han perdido su grado de inversión y que atrofian su capacidad de pago, por lo que sus posibilidades de acceso a nuevos financiamientos, o de contraer más deuda, se ven seriamente afectadas.


Cuatro son las condiciones según la firma financiera que le darían a México esa condición de ángel caído: 1) el bajo crecimiento de la economía; 2) el desplazamiento de la propiedad privada; 3) el aletargamiento en el sector energético; 4) la respuesta decepcionante de la pandemia y 5) el retraso de una reforma fiscal. Desde adentro, el Banco de México también advirtió que la economía pudiera decrecer hasta en ocho por ciento en 2020.


Las predicciones son sombrías y pareciera que estuviéramos ante un…


Sin PIB potencial conocido... ¿Mejor atender la felicidad?


La pandemia del covid-19 está siendo un choque a la economía del mundo y ciertamente de México, de proporciones astronómicas. Debemos considerar que su efecto será estructural. Para ponerlo en forma breve. Si el crecimiento potencial de nuestra producción oscilaba alrededor de 4% (según lo que hace un tiempo vi la última vez), en el mundo post-covid seguramente será otro valor. Ahí ya tenemos un reto para los analistas económicos: estimar el nuevo crecimiento potencial de la economía mexicana. Con la agravante de que la tendencia histórica seguramente ha perdido relevancia como determinante de ese potencial. Algo que también aplica prácticamente a todas las variables que usamos cotidianamente los economistas.

Se me ocurren más fácilmente razones para suponer que el crecimiento potencial de nuestra economía empeorará. Considero que ahora tendremos más elementos de fricción en la actividad económica. Por ejemplo, medidas sanitarias…


De acuerdo con la economista Nora Lustig, se está hablando ante la crisis de COVID de una "crisis económica inducida", que es atípica en relación a las crisis económicas del sistema capitalista, y que finalmente resultó sobrepuesta con la recesión económica mundial que se vislumbraba desde hace dos años en el mundo y por ende en México, recordando los conceptos de desarrollo y crecimiento es bueno reflexionar que el desarrollo implica un crecimiento armónico y más o menos equilibrado de los sectores de la economía, considerando el buen funcionamiento de las cadenas de valor, con una dinámica e interacción de todos los factores de la producción y con un sano sistema financiero que apoye la inversión y que aproveche todas las ventajas competitivas de un economía integrada. El crecimiento en cambio puede responder al avance de uno o unos pocos ramos de corresponden a enclaves productivos desarticulados, que en un momento dado hacen la diferencia y se reflejan en los datos de consolidan el PIB, pero que no implican un desarrollo armónico de todos los sectores productivos. Es decir que puede existir el crecimiento solo, sin desarrollo, pero el desarrollo no se da sólo con el crecimiento aislado de ciertos sectores que mejoren cuantitativamente en el margen, sino también implica esa felicidad económica que menciona el Dr. Equihua en un mayor número de sujetos económicos.

El Ahorro en los Tiempos de Recesión

Gildardo Cilia López


Dos planteamientos me obligan a llevar el tema a la mesa de debate. En primer lugar, los cuestionamientos de mis amigos Juan Alberto Equihua Zamora y Arturo Urióstegui Palacios en cuanto a la definición del ahorro y su posible acotación social y en segundo lugar, lo que publica la revista Proceso respecto a una entrevista con Juan Carlos Moreno-Brid en el que afirma tajantemente que "mantener el equilibrio fiscal, que implica renunciar a la deuda, pone freno a la recuperación económica del país para 2021". Contrario al propósito del Gobierno, la austeridad señala va a generar más pobreza.


Hablar del ahorro pareciera en etapas de recesión un reto, sobre todo si se parte de la paradoja keynesiana, en donde ahorrar más puede llevar a ahorrar menos; por lo que es preferible priorizar el gasto para dar aliento a la inversión.…


Coincido en la dimensión cuantitativa del problema del déficit y su financiamiento. También creo que hay que considerar la perspectiva del costo de oportunidad ¿Quién aplica mejor los recursos, el sector público o el privado? Con eso estamos de golpe en una elección muy delicada. No estoy seguro siquiera de si tenemos claridad de los criterios que nos permiten definir que significa "aplicar mejor". Lo primero que diría es bienestar. Pero muy cerca puede estar productividad, rentabilidad (alguna), competitividad. Ahora hasta la felicidad podría ser un criterio. ¿En dónde genera más felicidad para los mexicanos un peso? ¿Si lo invierte el gobierno federal o un ciudadano privado?

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Gran parte de la teoría que manejamos en las aulas es resultados de fórmulas originadas en otros países y cuerpos teóricos ajenos, en nuestro contexto de país, en desarrollo ( antes) o emergente (ahora), admitimos modelos que no van ad hoc, con nuestra realidad, hablando de la deuda para crecer lo hemos asimilado como un esquema necesario, lo que es un negocio transnacional para países desarrollados, y ese anquilosamiento teórica y falta de debate se debe, a un sojuzgamiento, a los designios de los capitales internacionales que además de atrofiar nuestro crecimiento autónomo también atrofian la dinámica del estudio de nuestra realidad y la generación de modelos adecuados para el desarrollo interno.

Lo dignatarios que nos han gobernado han tenido estudios el Instituciones de países desarrollados, y asimilan estos esquemas teóricos para reproducir el modelo neolibertal y queriendo introducir y pentágono en un triángulo, al querer hibridar los modelos aprendidos, en nuestras economías rezagadas.

Un elemento presente en las discusiones y que por eso no son motivantes, es la falta de una estrategia parlamentaria, para no confundir discusión con antagonismo.

Pero no perdamos la esperanza e integramos gente nueva para refrescar la discusión. Una forma de despertar del anquilosamiento, es analizar las teorías de los premios nobeles e indagar sobre concepciones actuales de la economía que va de la mano con la evolución de la realidad. Pero también generar una corriente endémica, para generar el interés en concordancia con los retos que tenemos en nuestras idiosincrasias nacionales.

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